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La hermanita perdida

De la mañana a la noche,

de la noche a la mañana,

en grandes olas azules

y encajes de espumas blancas,

te va llegando el saludo

permanente de la Patria.

Ay, hermanita perdida,

hermanita: vuelve a casa.

 

Amarillentos papeles

te pintan con otra laya,

pero son veinte millones

que te llamamos hermana.

Sobre las aguas australes

planean gaviotas blancas.

Dura piedra enternecida

por la sagrada esperanza.

Ay, hermanita perdida,

hermanita: vuelve a casa.


Malvinas, tierra cautiva

de un rubio tiempo pirata.

Patagonia te suspira,

toda la pampa te llama.

Seguirán las mil banderas

del mar, azules y blancas.

 

Pero queremos ver una

sobre tus piedras clavada,

para llenarte de criollos,

para curtirte la cara

hasta que logres el gesto

tradicional de la Patria.

Ay, hermanita perdida,

hermanita: vuelve a casa.

La hermanita perdida

Atahualpa Yupanqui


Este poema de Atahualpa Yupanqui fue musicalizado por Ariel Ramírez en 1980 (2 años antes de la Guerra de Malvinas.







 



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